La Bruja de Cachiche

Patrizia Barrera, Karen Falla, Maryta Quispe y Mayra Solis en busca de la leyenda iqueña.

La travesía empezó a las 4 de la mañana del sábado 8 de mayo. Un día antes del tan esperado viaje, nos reunimos en la biblioteca de la universidad para poder planificar cual iba a ser la labor de cada una de nosotras, las preguntas estaban hechas, teníamos ya todo listo. Nos encontramos así al otro día las tres en Soyuz, ubicado en la avenida México, en el distrito de la Victoria. Compramos los pasajes y en realidad era la primera vez que nosotras viajábamos solas, era una sensación de nervios, pero que al final, en el camino se nos pasó al quedarnos dormidas toda la trayectoria.
Después de casi cinco horas de viaje, llegamos a nuestro destino a las 9 de la mañana, muy cansadas, con mucho sueño, pero con muchas ganas de conocer Cachiche y la historia detrás de ella. Bajamos del bus y fuimos a tomar desayuno, un desayuno muy iqueño con tamalitos y relleno. Luego fuimos a la famosa panadería Velazco para hacer algunas compras y comer algunos dulcesitos para el camino.
Tomamos un taxi y nos llevó por cuatro soles a Cachiche, llegamos al cerca de las 11 de la mañana, hacia mucho calor, habia mucha gente, gran cantidad de taxis y gran cantidad de espectativa acerca del trabajo.
El camino era muy tierroso, casas precarias, debe ser por el terremoto que azotó Ica hace tres años, un pueblo casi olvidado y con poca población. Después de un largo camino de aproximadamente unos veinte minutos, llegamos a la tan famosa Cachiche, tierra de brujas y hechiceras.
La primera impresión del lugar, es que, como mencionamos, es un lugar muy desolado, y la verdad no hay mucho que ver, mas que todo lo que es cachiche es solo leyenda, de brujerías y curaciones a través de hechizos..Vimos primero un monumento hecho a la bruja mas representativa de Cachiche, una mujer desnuda con los brazos abiertos y con dos cráneos al costado representaba a aquel lugar. Al frente de este monumento, había un local pintado con motivos de brujería, rituales, etc. Un niño de no menos ocho años se nos acerco para querer contarnos la historia del lugar, la leyenda y lo que ahora se hace.
Entramos al local y se nos apareció una joven quien representaba al guía del lugar, mientras nos empezaba a hablar, Mayra usaba su cámara para tomar las fotos, Karen copiaba todo lo que ella nos decía y Marita grababa con su cámara algunas imágenes del lugar y a la vez la cámara grababa la voz de la guía.
Empezamos a caminar dentro del lugar y cada cosa que observábamos, Mayra fotografiaba, porque en realidad, todo lo que está dentro de este local es magia. Se puede sentir un ambiente lleno de carga positiva. Pasamos a ver la pirámide, creada para eliminar la malas vibras y relajar a las personas, el rincón esotérico del lugar, un pequeño bar y cuadros de brujas. Salimos del local y bueno, existe vegetación en el lugar pero no tanta, hay una gran cantidad de palmeras, llenas de tierra y algo descuidadas. Las tres empezamos a tomarnos fotos y luego, nos sentamos a empezar a redactar y ver que parte de las indicaciones nos faltaba, tomamos asiento en una palmera curva, practicamente una silla. Luego de pasar ahí algunas horas, conversando también con el brujo del lugar, algunos niños y personas mayores, y consultarles acerca de lo que sabían y si creían en esta leyenda, salimos del lugar y regresamos a la plaza de armas de Ica aproximadamente a las 3 y media de la tarde.
Nos sentamos en el piso y juntamos toda la información que teníamos. Luego fuimos a almorzar lo más rico del mundo, la Carapulcra y la Sopa Seca, y así os retiramos satisfechas con toda la información al bus de Soyuz de nuevo. Salimos de Ica a las cinco de la tarde y llegamos a Lima a las diez de la noche. Para las tres fue una gran experiencia, desde el hecho que viajamos solas, hasta llegar a conocer un pueblo nuevo, con una gran historia, no solo conocimos Ica, y paseamos por sus alrededores , si no llegamos más a fondo, conocimos no solo una ciudad, sino una leyenda.

1 comentarios:

ARMANDO dijo...

Tengan en cuenta que no se requería hacer preguntas para una entrevista. Solo había que observar. La estrategia de observación resulta débil e insuficiente.

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